LOS EFECTOS DE LA CONTAMINACIÓN LUMÍNICA EN LA SALUD HUMANA
15/11/2023
Roger Mira
En un post anterior explicábamos los efectos medioambientales que provoca la contaminación lumínica. Podemos pensar que los humanos, disfrutando cómodamente de nuestros avances tecnológicos y sociales, estamos exentos de sufrir los problemas causados por el exceso de luz nocturna en nuestro entorno, pero no es realmente así, ya que nuestra fisiología, igual como la de muchas otras especies, también está adaptada al ciclo circadiano, de 24 horas de duración, que comporta una sucesión de luz natural por el día y oscuridad por la noche. Este ciclo se ha visto profundamente alterado durante los últimos 50 años debido a la introducción masiva de fuentes artificiales de luz.
El cuerpo humano tiene un modo de funcionamiento diferente en función del tipo de luz que reciben nuestros ojos: durante el día, la luz azul del cielo que llega a nuestros ojos inhibe la producción de la hormona melatonina, con lo cual, nos sentimos activos y, cuando empieza a decaer la luz del Sol, al dejar de recibir los ojos dicha luz azul, empieza la segregación de melatonina, induciéndonos un estado de relajación previo a la sensación de sueño.
El desequilibrio que se ha producido durante las últimas décadas tiene lugar cuando nuestros ojos reciben en horario nocturno luz blanca de fuentes artificiales; dicha luz contiene una enorme cantidad de luz azulada, ya que no es posible generar luz blanca sin que contenga una componente de luz azul en su naturaleza. Ello conlleva una alteración del ritmo circadiano, al modificarse el patrón natural de segregación de la melatonina.
El alargar de manera artificial las horas de luz empleando fuentes de luz blanquecinas conlleva alteraciones para nuestro organismo, siendo la más benigna el insomnio y sus consecuencias asociadas (cansancio, irritabilidad, cefaleas…), pero que puede acabar agravándose hasta provocar distintos tipos de cáncer (de próstata en hombres y de mama en mujeres).
Para las personas, la exposición a la luz artificial en horario nocturno no sólo proviene del alumbrado público: en los últimos años, hemos optado por iluminar el interior de nuestras casas con bombillas de tipo LED que, a menudo, emiten una luz excesivamente blanca, con las consecuencias antes descritas. La situación no mejora al estar rodeados de toda clase de pantallas (móviles, tablets, ordenadores, televisores), que aun contribuyen a agravar más el problema. No es casual la proliferación que se está produciendo últimamente de productos farmacéuticos que contienen melatonina para compensar los problemas que provoca en nuestro organismo la polución causada por la luz artificial.
